Emprender se puso de moda , ya sea porque tocó iniciar a la fuerza  o porque se planeó hacerlo. Sin importar qué fue lo que empujo que la palabra emprendimiento llegará a la vida de muchos, lo que es importante tener en cuenta es que hay que aprender a emprender para no morir en el intento.

Para empezar no todos los casos de éxito lo son porque iniciaron en el mejor momento, pero en lo que seguramente se asemejan es que se inició con un gran sueño en mente, y unas ganas enormes de sacarlo adelante.

Hoy quiero compartirte algunos mitos que resulta muy bien conocerlos para caminar por el sendero del “quiero ser mi propio jefe”.

  1. Si no te agrada tu trabajo actual, renuncia y emprende.

Uno no debe emprender por rabia, desespero y premura. Uno emprende por pasión, motivación, y agrado al cambio.  Revisa de entrada qué es lo que te motiva a emprender.

  1. Necesitas dinero para emprender.

Esta es la razón por la que muchas personas no emprenden. El sólo pensar que tienen que salir a endeudarse o invertir todos sus ahorros hacen detener la idea.

Si cuentas con poco dinero, piensa en brindar un servicio y no un producto. Esa es mi recomendación. Revisa qué podrías hacer con lo que sabes para no invertir en inventario.

Pero si lo que te agrada es poner en marca el emprendimiento a través de un producto, revisa opciones, lee, documéntate sobre cómo puedes lograr algún patrocinio o capital semilla.

  1. Empieza cuando tengas todo listo.

Siempre faltará algo, y si esperas estar al 100% de todo antes de dar el primer paso, puedes perder la motivación y decidir ya no llevar a cabo tu emprendimiento.

  1. Todo será color de rosa.

Emprender requiere carácter. Requiere templanza para entender cuando el proceso no vaya bien. Siempre debes estar listo para las cimas y para las cuestas. Atrévete a sacar lo mejor de cada cosa.

Poner en marcha cualquier proyecto requiere Conocimiento más habilidad multiplicado por actitud. Cuando lo entiendes de esa manera empiezas con el pie derecho.

Creo en la motivación que viene de adentro, no podemos esperar a que nos den la palmadita de apoyo para iniciar. Levántate el ánimo tú mismo, límpiate las rodillas y sigue.

Piensa por un momento en las oportunidades que has perdido hasta hoy por miedo. A todos nos ha pasado. Mi invitación es a evaluar tu proyecto y si decides que pasa la prueba inicial en tu mente llevarlo a cabo incluso con miedo.

El momento ideal para iniciar tu negocio no es cuando estés listo sino cuando te decides a hacerlo.

 

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